Acompañando la realidad social desde el interior de la prisión
En Cáritas creemos profundamente en la dignidad de cada ser humano, también en las personas que cumplen condena en prisión. Por eso, impulsamos el proyecto Renacer, un programa de acompañamiento a personas privadas de libertad en su proceso de integración social. Se desarrolla en Campos del Río en colaboración estrecha con Pastoral Penitenciaria y el Equipo Directivo del Centro Penitenciario Murcia II.
La privación de libertad supone una ruptura profunda en la vida de las personas y su entorno. A las heridas personales se suman problemas graves de salud mental, adicciones, carencias afectivas y exclusión social.
En particular, identificamos que muchos reclusos condenados por delitos contra la libertad sexual no reciben tratamiento especializado, imprescindible para su recuperación personal y su preparación para la vida en libertad. Sin ese acompañamiento, la posibilidad de una integración social efectiva se reduce dramáticamente.
Cáritas, inspirada en la Declaración Universal de los Derechos Humanos, en la Constitución Española (art. 25.2) y en las palabras del Papa Francisco sobre la necesidad de apostar por la vida y la reinserción en vez del aislamiento, se compromete a trabajar allí donde otros recursos no llegan. Apostamos por una sociedad más humana, capaz de ofrecer segundas oportunidades y de construir puentes, no muros.
El proyecto ofrece acompañamiento individualizado y grupal durante el cumplimiento de la condena, a través de terapias específicas basadas en el Programa de Control de la Agresión Sexual para el reconocimiento del delito, la empatía con las víctimas y la prevención de reincidencias; orientación laboral y formativa, fortaleciendo habilidades para la vida en libertad; apoyo psicosocial tanto a los reclusos como a sus familias, cruciales para su futuro reinicio.
El trabajo en red con otras entidades sociales y sanitarias garantiza una atención integral, y la sensibilización social es importante para fomentar una comunidad de acogida capaz de integrar, no de excluir.
El programa cuenta con voluntarios y personal profesional de Cáritas y Pastoral Penitenciara, formados específicamente y trabajando de manera coordinada, compartiendo una mirada que pone a la persona en el centro del proceso.
Cáritas está convencida de que nadie debe ser reducido a sus errores. El Evangelio nos llama a reconocer el rostro de Cristo en cada persona, también en aquella que ha errado, y a tender la mano con compasión, misericordia y esperanza.
Este proyecto está cofinanciado por el Ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030 del Gobierno de España, con cargo a la asignación tributaria del 0,7% del Impuesto sobre la Renta de Personas Físicas.